11 abril 2023

Fruta confitada: ¿Qué es y cómo se hace?

La fruta confitada y escarchada es una de las protagonistas en muchísimos postres navideños, aunque lo cierto es que podemos comerla y disfrutarla de muchas otras maneras. Este proceso al que se somete la fruta es uno de los más naturales y, por ello, son muchas las personas que optan por guardar las frutas en almíbar en su propia casa para poder utilizarlas pasado el tiempo.

Si alguna vez te has preguntado qué es la fruta confitada o cómo puedes hacer fruta confitada en casa, a continuación te explicamos bien la diferencia entre la fruta confitada y la fruta escarchada, el proceso de elaboración de cada una y sus diferencias para que puedas disfrutar de esta fruta tan deliciosa siempre que te apetezca.

¿Qué es la fruta confitada?

La fruta confitada es un tipo de fruta que está sumergida en almíbar, puesto que este tratamiento ayuda a que la fruta pierda la humedad y pueda conservarse de forma prolongada durante el tiempo sin poder parecer el riesgo de pudrirse. Esto sucede porque el almíbar tiene una saturación de azúcar, y el azúcar funciona de modo que impide el crecimiento y la proliferación de microbios que pueden estropear esta fruta. Así pues, esta fruta confitada se somete de forma habitual a una cocción en almíbar y después se deja secar para que pueda preservarse sin emplear ningún otro tipo de método de conservación más artificial. Por esto podemos decir que este método es el que nos permite conservar las frutas de una forma más natural, sin tener que añadirle conservantes ni colorantes.

La fruta confitada se conoce en España, sobre todo, puesto que esta es bastante común en la repostería navideña. Por ello, cuando se acercan estas fechas podemos encontrar muchísimas frutas confitadas a la venta y también incluso observar el uso de la fruta confitada en algunos otros dulces como, por ejemplo, los mazapanes o los turrones.

Esta técnica de confitar la fruta, sin embargo, nace de la cultura mesopotámica y china, aunque realmente podemos hablar de que muchas otras civilizaciones como la romana, por ejemplo, también utilizaban la miel para conservar distintos alimentos. La cultura árabe es, quizás, la que más destaca en este aspecto, puesto que ellos ya confitaban las frutas de tal manera y, por lo tanto, es una técnica que hemos heredado y todavía utilizamos en la actualidad.

Cómo hacer fruta confitada

Ahora bien, si quieres conocer cómo hacer fruta confitada, porque en lugar de comprarla ya hecha crees que puedes utilizar este método para conservar cierta fruta tú mismo en casa, lo cierto es que es más fácil de lo que parece. Para ello, tenemos que mencionar que es posible llevar a cabo esta técnica con todo tipo de frutas como, por ejemplo, el melocotón, la manzana, la piña, la naranja, la pera, el kiwi, las ciruelas, etcétera. Y no solo eso, sino que también es posible confitar algunas verduras como, por ejemplo, la zanahoria, la remolacha, los espárragos, etcétera.

Teniendo esto claro, si hablamos del proceso en sí mismo, es importante que lo primero que hagamos sea limpiar la fruta y, por lo tanto, que la lavemos bien en agua y la dejamos completamente limpia. A la hora de confitarla, solo podremos realizar este método con frutas que no cuenten con ningún tipo de golpe. Asimismo, tenemos que tener en cuenta que cuando confitamos fruta, esta no tiene que tener piel ni tampoco ningún tipo de semilla ni de membrana, de modo que esté troceado en pequeños gajos o cuadrados. Sin embargo, si vamos a confitar frutas más pequeñas, como por ejemplo las cerezas, podemos dejarlas enteras.

Hecho esto, el siguiente paso será cocinarlas durante el tiempo suficiente para que se ablanden. Una vez acabada esta fase, vamos a preparar el almíbar y para ello tendremos que poner a cocer azúcar y agua en una cantidad que puede ser aproximadamente la de 250 g de azúcar por cada 30 cl de agua. Pasados unos minutos notaremos que la consistencia de esta mezcla debe ser lo suficientemente espesa. Cuando tengamos el almíbar listo podemos sumergir estas frutas.

El siguiente paso será dejarlas macerar durante al menos un día antes de sacarlas, escurrirlas y añadir todavía más cantidad de azúcar. Después, volveremos a hervirlo y volveremos a guardar las frutas en este almíbar. Así, se repetirá este mismo proceso y se dejará la fruta sumergida para que macere durante al menos tres días más.

Para terminar lo que tendremos que hacer será sacar estas frutas tras los cinco días en los que hemos repetido este proceso, dejar que se sequen y una vez estén completamente secas, espolvorearemos azúcar glas y las guardaremos en un recipiente que sea todo lo hermético posible para protegerlas en todo momento de la humedad y de la luz.

Diferencia entre fruta escarchada o confitada

Una vez que ya hemos explicado todo el proceso mediante el cual podemos confitar una fruta, tenemos que mencionar que existen dos tipos de procesos distintos que podemos llevar a cabo si queremos conservar las frutas en almíbar. Uno de ellos es el de la fruta confitada y el otro es el de la fruta escarchada. Aunque son muchas las personas que piensan que este proceso es el mismo, la realidad es que cada uno de estos nos ofrece unos resultados distintos y las frutas se utilizan para fines diferentes.

Sin embargo, si atendemos a la diferencia entre la fruta confitada y escarchada, tenemos que mencionar que una de las principales diferencias es el proceso que se lleva a cabo para realizar cada una de ellas. Ya hemos comentado cómo confitar fruta en el apartado anterior, por lo que ya conocemos este proceso. No obstante, si atendemos a la fabricación de esta fruta escarchada tenemos que tener claro que para obtenerla deberemos realizar el mismo proceso que para el de la fruta confitada, solo que después añadiremos otro proceso que nos llevará a un aspecto, textura y sabor diferente.

Con esto queremos decir que para obtener la fruta escarchada deberemos confitarla primeramente y después efectuar el escarchado o glaseado. De tal manera, una vez que ya hayamos confitado la fruta durante varios días y la saquemos para que esta pueda secarse, entonces será cuando le añadamos una capa extra de azúcar para realizar este proceso de escarchado.

Más allá de todo esto, como bien hemos mencionado, el uso que se le da también es distinto. De forma habitual podemos encontrar fruta confitada y escarchada en muchísimos otros dulces o incluso como acompañamiento para distintas carnes o pescados, generalmente está más extendido el uso de la fruta confitada para realizar dulces como el turrón o los mazapanes mientras que la fruta escarchada en muchas ocasiones puede utilizarse para tartas o incluso comerse directamente. Aun así, ambas utilizan un proceso de conservación prácticamente idéntico, por lo que sus usos son muy variados.

Cuánto dura la fruta confitada

Una de las preguntas más habituales relacionadas con esta fruta confitada es la de su duración, puesto que, como hemos mencionado, es un proceso de conservación natural que está específicamente diseñado para que la vida de esta fruta sea lo más larga posible. Sin embargo, tenemos que entender que siempre y cuando se realice este proceso de confitado y se le añadan además otros conservantes, esta vida útil se alargará todavía más.

Aun así, para determinar con más exactitud cuánto dura la fruta confitada, vamos a tener que tener en consideración el almacenamiento y el cuidado que se le da. Podemos hablar de que, de forma general, esta puede durar hasta dos años, pero para ello repetimos que es importante que sepamos cómo almacenar la fruta confitada. Si la guardamos en un ambiente propicio para su conservación, esta fruta puede durarnos casi unos dos años y para ello deberemos seguir los pasos que explicamos a continuación:

Es imprescindible que esta fruta confitada se guarde en un recipiente que sea hermético. No podemos abrir el recipiente a menos que vayamos a consumir las frutas, puesto que en el momento en el que estás entren en contacto con el aire y la humedad, esta conservación se perderá.

El lugar en el que guardemos la fruta confitada también es clave y, para ello, debemos escoger uno que sea seco y oscuro y donde pueda mantenerse fresca. De forma habitual se suele conservar la fruta confitada en bodegas, sótanos o en la cocina. Además, hay que tener en cuenta que si vamos a utilizar esta fruta confitada en menos de un año podemos dejarla a la intemperie como decimos, pero si nuestra intención es la de almacenarla durante más de un año, lo mejor que podemos hacer es guardarla en la nevera para que se conserve todavía mejor.

En el caso de que durante este periodo de almacenamiento notemos que la fruta se ha quedado dura no habrá problema, puesto que solo tendremos que calentarla en una olla combinando agua y azúcar hasta que esta mezcla comience a hervir. Deberemos remover esta mezcla hasta que notemos que el azúcar se disuelve por completo. Hecho esto, tendremos que dejar enfriar la fruta y, al día siguiente, esta estará perfecta para que podamos consumirla.

Este proceso es válido tanto para la fruta confitada como para la escarchada. Como comentamos, lo más lógico es tomar esta fruta en un plazo de un año o un año y pico almacenándola con los métodos que comentamos, ya que de esta forma esta se mantendrá en perfecto estado.

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