Mermelada de pimiento asado: cómo marcar la diferencia en tus platos
“Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento, tu medicina”, teorizaba Hipócrates hace unos cuantos siglos. Este precepto, ya en la Antigua Grecia, dejaba clara una cosa: la relevancia de la comida. De conferir la importancia que se merece a aquello que nos llevamos a la boca. Porque los alimentos no solo sirven para dotar de energía a nuestro cuerpo (incluso, a nuestra mente). Los alimentos resultan un placer para todos nuestros sentidos. Y, qué duda cabe, también son sanadores.
En los últimos años, un alimento que se ha ido haciendo más y más común en los hogares es la mermelada artesanal. ¿Por qué nos gusta tanto la mermelada casera? Seguramente, por su versatilidad, ya que, debido a su conservación, nos permite tomar ciertos productos a lo largo de todo el año en un formato que resulta perfecto para acompañar muchos platos.
Por otro lado, en la actualidad existen una gran variedad de mermeladas sabrosas y exquisitas para utilizar de un sinfín de modos: de tomate de la huerta valenciana, de higo pajarero, de membrillo, de naranja, de suculento pimiento rojo asado; con carnes y pescados, como tentempié, junto con quesos... Solo tenemos que untar un poco de mermelada y depositarla junto a un producto para aportarle un toque. Un toque que, en muchas ocasiones, puede marcar la diferencia entre un plato anodino y otro sabroso y apetecible.
En el caso de la mermelada de pimiento rojo, esta puede utilizarse junto con numerosos alimentos. Quesos, carnes, pescados, o incluso aliños para ensaladas son solo algunos de los que no se pueden resistir a su sabor y textura. Pero, ¿por qué tomar mermelada de pimiento? ¿Qué es lo que lleva? Y, sobre todo, ¿cómo la integramos en las comidas? Toma nota, que te lo contamos todo a continuación.
La mermelada de pimiento: cómo hacerla y sus propiedades
La mermelada de pimiento está compuesta, fundamentalmente, por pimientos rojo asado, azúcar, zumo de limón y goma de garrofín. La mezcla es sencilla para el potente resultado que se obtiene combinando únicamente estos ingredientes. Para obtener una rica mermelada casera, además, hay que sumar un elemento crucial: mucho mimo.
Para hacer mermelada artesanal de pimiento, tenemos que lavar y secar los pimientos, asarlos al horno para que caramelicen y adquieran ese sabor tan característico, pelarlos, retirar las pepitas y cortarlos en tiras.
Así pues, ponemos los trozos de pimiento en un cazo junto con el azúcar, zumo de limón y añadiremos un poco de goma de garrofín para que le de un toque de espesor y cultivamos la paciencia, ya que aproximadamente tardarán unos 40 minutos en deshacerse. Dejamos unos 10 minutos más para que espese. Y… voilà! Así tendremos una mermelada de pimiento lista para utilizar. De hecho, si todo el proceso se ha realizado de forma correcta, la mermelada casera podrá aguantar hasta un año en perfecto estado.
Sin embargo, y como muchas veces el tiempo apremia, debemos saber que también se puede adquirir mermelada artesanal en algunos establecimientos. Aquellos que utilicen productos de la máxima calidad, atesoren una larga y sólida trayectoria, y le pongan el cariño imprescindible para realizar un buen producto serán los mejores candidatos para adquirir una de estas mermeladas.
Por último, y con respecto a sus propiedades, el pimiento rojo es uno de esos alimentos que casi siempre está en la lista de la compra. Es fácil saber por qué: son una de esas frutas (así es como está calificada, al menos, en el sentido botánico) que aportan numerosos beneficios para la salud. Entre estos, destaca su alto contenido en vitamina C. Además, es una gran fuente de antioxidantes.
Recetas con mermelada de pimiento
Cómo hacer una mermelada casera de pimiento y por qué deberíamos consumir estos productos está ya bastante claro. Pero, ¿cómo la incorporamos a nuestra dieta? Las opciones son prácticamente ilimitadas y dependen del tiempo que dispongamos. Veamos dos formas: una más rápida, y otra un pelín más lenta.
Empecemos con lo primero. Una buena forma (además de ágil y sencilla) de emplear la mermelada de pimiento es en forma de canapés: los tentempiés de toda la vida. Queso y mermelada es una combinación ganadora; por no hablar, por otro lado, que uno de los postres con mermelada por excelencia es, precisamente, uno conformado por diversos quesos; una tradición no tan habitual en España, pero sí en otras regiones. Concretamente, la mermelada de pimiento combina a la perfección con el queso camembert.
Esta mermelada, además, puede acompañarse de otros productos. Con un crujiente de jamón por encima en una sencilla tosta puede quedar espectacular. Otro producto que le puede venir de cine a la mermelada de pimiento son las anchoas. Y, si realmente queremos impactar a nuestros invitados, podemos quedarnos con la mermelada de pimiento y las anchoas
sobre, eso sí, una fina patata hervida o asada redonda (para que nos sirva de base).
Por último, podemos añadir la mermelada de pimiento al guacamole. Un par de toques de mermelada sobre esta mezcla de origen mexicano será suficiente para que esté de diez. Y las recetas con mermelada de este estilo no acaban aquí. El pimiento rojo es el acompañamiento perfecto de muchísimos aperitivos más.
No obstante, si queremos utilizarlo en un plato más contundente, podemos optar por bacalao con mermelada de pimiento: un clásico que no pasa de moda. Para ello, lo único que tenemos que hacer es, antes que nada, desalar los lomos de bacalao. Una vez lo hayamos hecho, los ponemos a confitar en una cacerola cubiertos de aceite templado. A fuego suave, tardará unos 10 minutos aproximadamente en hacerse.
Para dar volumen al plato además de un toque verde, podemos incluir algunos brotes verdes. El paso gourmet lo aportará (si queremos) jamón crujiente sobre el bacalao, con el que podemos completar una experiencia de primera donde la mermelada de pimiento sumará el toque más dulce e irresistible.
Sí, lo sabemos: existen tantas recetas con mermelada exquisitas y suculentas que el único problema que te vas a encontrar a partir de ahora es saber cuál será la siguiente que vas a hacer.