Pan de higo: origen, ingredientes, propiedades y mucho más
El pan de higo es una de las recetas con más historia de nuestro país. Un sabor inigualable y unos valores nutricionales óptimos, encuentran el equilibrio perfecto en este alimento bien conocido y apreciado desde la Edad Media.
Y es que, nuestro país, tienen la gran fortuna de contar con auténticas joyas gastronómicas, manjares nutritivos y exquisitos con los que elaborar recetas como las que nos ocupa hoy. Los higos cuentan con una amplísima trayectoria en la península ibérica y han sido degustados por las sucesivas culturas que se han alojado a lo largo y ancho de nuestro territorio.
No solo somos tierra de higos sino, también, de las variedades más alabadas por su sabor y presencia en la cocina. Entre ellas, cabe destacar Calabacita, también conocida como Pajarero, una de las variedades mejor consideradas, cuyo uso en la elaboración del pan de higo da, como resultado, un auténtico alimento gourmet.
El aromático y dulce sabor del higo justifican, en buena medida, que sea tan apreciado. Pero ¿cómo surgió la receta del pan de higo? Lo cierto es que sus orígenes son tan remotos que se pierden en el tiempo, aunque se considera que fueron los árabes los que comenzaron a introducirla en la gastronomía.
Esta y otras muchas curiosidades giran en torno a una de las recetas más nutritivas, sabrosas y saludables de la cocina mediterránea. ¿Quieres descubrirlas? Sigue leyendo.
Origen del pan de higo
Viajemos en el tiempo hasta situarnos en los siglos de Al-Andalus.
La cultura árabe nos legó numerosos aportes y avances en distintos ámbitos de la vida cotidiana. Por lo que respecta a la los cultivos, introdujeron una amplia variedad de plantas que enriquecieron enormemente nuestra gastronomía. La caña de azúcar, el arroz, los cítricos – como el naranjo de Sevilla – verduras y frutas, entre ellas el higo, fueron introducidas por los árabes para quedarse, para siempre, con nosotros.
El higo cultivado en Al-Andalus fue tan reputado que, incluso, se exportaba a Oriente. Su aprecio derivó en la elaboración de ricos platos y postres. De hecho, buena parte de los dulces y postres que seguimos degustando hoy en día beben directamente de la cultura gastronómica que se gestó en el periodo de Al-Andalus.
El pan de higo nace en estos siglos ligado a los campesinos. Su alto valor nutricional y aporte de energía, ayudaba a los campesinos a enfrentarse a las duras labores diarias. Además de ello, el pan de higo permitía conservar de manera excelente los excedentes de higo que resultaban de la cosecha. Desde entonces, el pan de higo se ha mantenido, generación tras generación, como una de las recetas más apreciadas por sus propiedades, beneficios y sabor.
¿Quieres conocer sus ingredientes? Te descubrimos la composición del pan de higo.
Ingredientes del pan de higo
Uno de los grandes atractivos del pan de higo es que podemos elaborarlo nosotros mismo, incluyendo, a la receta original, otros ingredientes, como frutos secos o fruta escarchada. Si hay algo que no puede faltar serán los higos. Te recomendamos apostar por higos de la mejor calidad, de piel fina, tiernos y jugosos.
Si bien, como hemos mencionado, puedes elaborar tu propio pan de higo, encontrarás empresas especializadas en su elaboración, las cuales cuentan con una amplia tradición artesana en la elaboración de este alimento gourmet.
En este sentido, en Paiarrop nos hemos especializado en la elaboración artesanal del pan de higo, utilizando para ello dos ingredientes de máxima calidad: el higo pajarero y la almendra Marcona, dos productos propios de nuestro país que te transportarán al origen de esta sabrosa receta.
Propiedades del pan de higo
Las propiedades nutricionales del pan de higo son tan numerosas como beneficiosas. Lo cierto es que favorecen la salud de nuestro organismo en su totalidad. Desde el fortalecimiento de los huesos hasta la apariencia y salud de nuestra piel, la ingesta de pan de higo supone una de las apuestas gastronómicas más saludables de la dieta mediterránea.
Rico en minerales y vitaminas
El pan de higo encierra una auténtica explosión de vitaminas y minerales. Entre estos últimos, cabe destacar el calcio, esencial para los huesos; el magnesio, que contribuye al funcionamiento normal de los músculos y del sistema nervioso; el hierro, para mantener un buen nivel de glóbulos rojos, y el potasio, enormemente beneficioso para nuestro cerebro.
Las vitaminas, por su parte, pertenecen al grupo A, C, D, E y B, en cantidades variables. La presencia de estas vitaminas ejerce numerosos beneficios para la salud, especialmente, de nuestra piel.
Fuente de energía
Uno de los beneficios más populares del pan de higo es su aporte energético. Por ello, su fama entre los deportistas es de sobra conocida. De hecho, el pan de higo supone la alternativa saludable a las barritas energéticas.
Efecto saciante
La ingesta diaria de 2 a 3 porciones de pan de higo, favorece el control del apetito gracias a su efecto saciante. En ese sentido, el pan de higo es un aliado a la hora de combatir el sobrepeso, ayudándonos a mantenernos en forma e, incluso, a rebajarlo.
Favorece la salud digestiva
El pan de higo presenta una buena cantidad de fibra, lo que ejerce un leve efecto laxante en el organismo. De esta manera, regula las deposiciones y evita problemas de estreñimiento de forma completamente natural.
Cuida de tu corazón
Gracias a los minerales presentes en el higo, la ingesta de esta receta ayuda a regular lo niveles de colesterol y glucosa en sangre. De hecho, el consumo de higo ayuda a nuestro cuerpo a eliminar el colesterol malo, minimizando el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
El pan de higo ha formado parte de la dieta mediterránea desde hace ya varios siglos. Sus beneficiosas propiedades y su sabor exquisito constituyen dos razones de peso por las que empezar a incluir esta receta en tu dieta. ¿A qué esperas para probarlo? Cuida de tu salud y tu bienestar con todo el sabor del pan de higo.