7 junio 2024

Aprende cómo conservar el dulce de membrillo durante meses

El dulce de membrillo es una de esas delicias artesanales que muchas personas suelen asociar con la infancia y con los momentos especiales vividos en familia. Con independencia de que lo comas acompañado de una tabla de quesos, untado en una tostada o como ingrediente de un postre más elaborado, este dulce siempre tendrá un lugar especial en nuestra mente.

Por ello, aunque nos hayamos hecho adultos, de vez en cuando, seguimos comprando este manjar de vez en cuando para disfrutar de un desayuno o de una merienda deliciosa. Sin embargo, como ahora tratamos de cuidarnos más y no lo consumimos todos los días, es habitual que surja la pregunta de cómo conservar el dulce de membrillo para que su sabor y textura no se pierdan ni se deterioren.

Por ese motivo, en este artículo, te vamos a explicar cuáles son las mejores técnicas que puedes usar para conservar el dulce de membrillo casero y asegurar que, aunque no lo consumas a menudo, puedas conservarlo durante meses para no obligarte a consumirlo en pocos días y que puedas disfrutar de su sabor sólo cuando te apetezca.

Después de todo, es un alimento que, aunque está riquísimo, es recomendable consumirlo con moderación debido a que tiene muchos azúcares y aporta muchísima energía. ¡Sigue leyendo si quieres conocer más sobre cómo conservar el dulce de membrillo durante meses!

¿Qué es el membrillo y cuáles son sus propiedades?

Pero antes de hablar de los métodos de conservación de este postre, queremos hablar de la fruta con la que se elabora. Por ello, podemos decir que el membrillo es una fruta que proviene del árbol conocido científicamente como Cydonia oblonga, aunque coloquialmente, se conoce como membrillero o árbol del membrillo. 

Esta fruta es de color amarillo dorado cuando madura y tiene una forma similar a la de una pera o a la de una manzana, pero su aspecto es más rústico. Además, presenta una textura mucho más dura y áspera. El membrillo no se puede consumir crudo porque su sabor es astringente y su carne es muy dura. Sin embargo, cuando se cocina, se transforma en una fruta dulce y aromática.

Se considera que el membrillo tiene numerosas propiedades y que algunas de ellas podrían ser beneficiosas para la salud. Esta fruta es rica en pectina, una fibra que funciona como espesante natural. Además, el membrillo contiene vitaminas, antioxidantes y minerales que son necesarios para el funcionamiento del organismo. Estas propiedades hacen del membrillo un ingrediente bastante saludable, que, además, gracias a la pectina resulta esencial en la elaboración de dulces y mermeladas, siempre que antes se cocine de una determinada manera.

¿Qué es el dulce de membrillo y cómo se elabora?

El dulce de membrillo es una especie de pasta dulce y gelatinosa que se elabora cociendo la pulpa del membrillo con azúcar. Este proceso transforma la carne dura, ácida y astringente de estas frutas en una pasta dulce y suave que se puede cortar en rebanadas y comer directamente o en combinación con otros alimentos, tales como el pan o el queso.

Para elaborar el dulce de membrillo, lo primero que debes hacer es pelar los membrillos, y luego cortar la pulpa en trozos pequeños. Estos trozos se meten en una olla con agua y se cuecen hasta que estén tiernos, y posteriormente, se trituran para formar una especie de puré.

A este puré se le debe añadir una cantidad generosa de azúcar —generalmente en igual proporción al peso de la fruta— mientras se remueve constantemente mientras se sigue cociendo a fuego lento hasta que la mezcla espese y adquiera un color ámbar profundo. Una vez esté listo, debes verter el dulce de membrillo en moldes y dejar enfriar la mezcla hasta que esta se vuelva lo suficientemente sólida como para poder cortarla con un cuchillo.

¿Cómo conservar el dulce de membrillo?

Conseguir que el dulce de membrillo se mantenga en perfectas condiciones durante meses no es complicado, pero sí requiere que conozcas algunas técnicas de conservación adecuadas. A continuación, te presentamos algunos de los métodos más efectivos para conservar el dulce de membrillo casero para poder degustar este manjar sólo cuando te apetezca.

Conservación en la nevera

Uno de los métodos que se suelen emplear de forma más frecuente para conservar dulce de membrillo es, directamente, guardarlo en la nevera. Para hacerlo correctamente, te recomendamos que una vez que el dulce de membrillo esté completamente frío y sólido, lo envuelvas en film transparente para evitar que se seque y, por supuesto, para que no absorba los olores de otros alimentos del refrigerador.

Después de haberlo envuelto, para mayor seguridad, recomendamos colocar el dulce de membrillo envuelto en un recipiente hermético de vidrio o plástico con tapa. Si este recipiente está esterilizado, mejor. Gracias a ello, podrás mantener la humedad y evitar la entrada de agentes contaminantes. Por último, debes colocar el recipiente en el refrigerador. El dulce de membrillo puede durar en la nevera hasta tres meses sin perder su sabor ni su textura.

Conservación en congelador

Si quieres conservar el dulce de membrillo durante un periodo de tiempo más prolongado, la congelación es una excelente opción. Para hacerlo correctamente, te recomendamos cortar este postre en porciones y envolverlas por separado con film de plástico transparente. Gracias a ello, podrás descongelar la cantidad exacta que necesites sin tener que descongelar todo el dulce de membrillo cada vez que quieras consumir un poco, ya que esto podría hacer que se deteriore con mayor facilidad.

Otra opción es utilizar bolsas para congelar en lugar de film transparente. Del mismo modo, puedes cortar el dulce en porciones y guardar una en cada bolsa para congelar. Asegúrate de eliminar la mayor cantidad de aire posible antes de sellarlas para evitar la formación de cristales de hielo en el interior. El dulce de membrillo se puede conservar en el congelador entre seis y doce meses, manteniendo su sabor y textura en perfectas condiciones.

Conservación en tarros de vidrio

Otra opción para conservar el dulce de membrillo en buenas condiciones es almacenarlo en tarros de vidrio bien esterilizados. Este método es ideal si prefieres mantener tu dulce de membrillo a temperatura ambiente en la despensa o en un armario y ahorrar espacio en el refrigerador, aunque también puedes refrigerarlo si lo deseas.

Lo primero que debes tener en cuenta es que los tarros deben estar bien esterilizados. Te recomendamos lavar tanto los tarros como las tapas con agua caliente y jabón, y luego hervirlos en agua durante 10 minutos. Déjalos secar por completo antes de utilizarlos.  Una vez estén secos, ya puedes verter el dulce de membrillo caliente en los tarros esterilizados, dejando un pequeño espacio en la parte superior. Gracias a ello, el dulce tendrá espacio para expandirse un poco mientras se enfría.

Luego, cierra los tarros al vacío con tapas herméticas. Posteriormente, puedes almacenarlos en un lugar fresco, oscuro y seco. El dulce de membrillo conservado de esta manera puede durar hasta un año, especialmente, si lo guardas en la nevera. Ahora bien, si lo abres, lo tendrás que consumir en dos o tres meses, aunque también puedes cortarlo en porciones pequeñas y guardarlo en el congelador para alargar su durabilidad.

En conclusión, el dulce de membrillo es un producto artesanal gourmet que merece la pena conservar adecuadamente para poder degustar durante meses. Existen varios métodos y cada uno de ellos tiene sus ventajas y desventajas, pero te ayudarán a tener siempre a mano un bocado de esta exquisitez casera, listo para degustar en cualquier momento.

Conservar dulce de membrillo de manera correcta no solo garantiza la conservación de su sabor y textura, sino que también prolonga su vida útil, protegiéndolo de la entrada de patógenos. Así que, la próxima vez que prepares o adquieras un dulce de membrillo, te recomendamos seguir los consejos que te hemos dado para disfrutar de este manjar cuando quieras.

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