Arrop i Tallaetes, la esencia de nuestra casa
Es imposible no relacionar Paiarrop con el producto que compone los cimientos de nuestra casa: el Arrop i Tallaetes. Un dulce tradicional valenciano nacido en l’Alcudia que esconde una gran historia detrás.
El hogar y la artesanía se funden en el cúmulo de sentimientos que se unen en cada pincelada de sabor. El Arrop i Tallaetes es la bandera de nuestros antepasados y a la vez el punto de partida desde el que enfocar el futuro. Su dulce aroma evoca el recuerdo de nuestros mayores labrando la huerta, soportando largas jornadas al sol cuidando de la tierra para conseguir los mejores frutos.
El origen del Arrop es más bien incierto. Sabemos que la raíz de la palabra proviene del árabe hispano arrúb y el árabe clásico rubb. La incógnita gira entorno a su fabricación. Según varios expertos, viene dado por la prohibición del mundo islámico de beber vino. Con la cocción del mosto de uva se obtenía este sirope dulce y carente de alcohol. Aunque, por otro lado, resulta que en la Comunitat Valenciana se han hallado documentos que ya hablan del Arrop en el año 713 (d.C), dos años antes de la ocupación musulmana. Preferimos dejar esta duda a los historiadores.
Desde el principio de los tiempos, el Arrop i Tallaetes ha poseído un valor gastronómico muy arraigado en la terreta. Era la golosina de los niños, puro dulce en tiempos de escasez y energía para los labradores o, como bien diría Amalio, el fundador de Paiarrop: els llauraors. Este producto se constituye como la raíz de nuestra casa, incluso nuestro propio nombre se debe a él.
Amalio se encargaba de llevar cada día un poco de pan con Arrop a su padre, que trabajaba sin descanso sus tierras para poder vender el género en los mercados. La admiración de su padre hacia este dulce era tal que en el pueblo todo le conocía por el nombre de Paiarrop.
¿Cómo se consume el Arrop i Tallaetes?
Desde sus orígenes, lo más habitual era untar el Arrop en una rebanada de pan, poner encima calabaza cortada en trozos (les tallaetes) y consumirlo a la hora el almuerzo o la merienda. De esta forma, aportaban mucha energía a los agricultores a un precio muy asequible.
Durante la cuaresma se recurría a este dulce para recrear el arroz al horno de ayuno, una versión sin carne para celebrar las fiestas. En esta receta, el Arrop tiene la función de dulcificar los granos de arroz y darle una vuelta completa al plato tradicional.
Con el paso del tiempo, el modo de consumo de este producto ha ido cambiando. Actualmente el Arrop i Tallaetes ha ampliado sus horizontes hacia un plano mucho más culinario relacionado con la alta cocina. Los grandes chefs buscan sabores que marquen la diferencia y resulten toda una experiencia al paladar. En este sentido, la combinación del dulzor del Arrop junto a los quedos, las carnes de caza o incluso el foie, se han convertido en parejas inseparables para todos aquellos que sean amantes de la innovación gastronómica.
El Arrop i Tallaetes se constituye como la esencia de nuestro hogar, la vuelta a casa. En Paiarrop hemos puesto mucho empeño en mimar y proteger este singular producto que, hoy en día, sigue siendo una auténtica especialidad local.