Cómo preparar salsa de higos y qué platos puedes acompañar con ella
Los higos son uno de los frutos más exquisitos y característicos del Mediterráneo, que se suele asociar con los últimos días del verano y los primeros del otoño. Suelen madurar entre los meses de julio y septiembre, aunque en ocasiones pueden prolongar su temporada hasta comienzos de octubre. Su aspecto es inconfundible: frutos con forma de pera, piel de tonos verdosos, rosados o morados y un interior que puede ir desde un color rosado suave hasta un granate oscuro, repleto de semillas diminutas que aportan una textura ligeramente crujiente y un sabor dulce y envolvente.
Además de los higos, la higuera también nos ofrece brevas, frutos que no han madurado durante la temporada estival y que permanecen en el árbol hasta finales de la primavera, apareciendo normalmente en los meses de mayo y junio. Estas brevas suelen ser más grandes y con mayor contenido de agua, lo que les otorga un dulzor más moderado, pero una textura jugosa. Aunque ambos frutos son excelentes para consumir frescos, también resultan maravillosos en su versión desecada y, sobre todo, como ingrediente para elaborar preparaciones artesanales con mucho carácter.
Una de las más apreciadas en invierno es la salsa de higos, ideal para acompañar carnes, pescados, ensaladas y platos para momentos festivos para los que buscamos conseguir un toque mediterráneo y natural. Los expertos que trabajamos desde hace décadas con higos secos de calidad excepcional, sabemos que este tipo de recetas ponen en valor su sabor y versatilidad. Precisamente por ello, en este artículo te contamos cómo preparar salsa de higos en casa y qué platos puedes elaborar con ella para disfrutar de menús desbordantes de personalidad.
Receta para preparar salsa de higos
La receta salsa de higos es perfecta para los meses fríos y, especialmente, para la temporada navideña, cuando apetece recuperar sabores cálidos, aromáticos y con un punto tradicional. Aunque existen distintas variantes, suele prepararse con una base de cebolla, vino blanco o de Oporto, un chorro de brandy e higos secos, a los que se añade azúcar moreno, harina de maíz, mantequilla, especias como clavo o pimienta negra y, por supuesto, aceite de oliva y una pizca de sal.
Lavar los higos, cortarlos y freírlos
Para elaborar la salsa de higos secos, lo primero que debes hacer es lavar los higos para retirar cualquier resto de harina de arroz y cortarlos en cuartos. Después debes colocar una sartén a fuego bajo para derretir la mantequilla y freír en ella los higos hasta que se ablanden. En ese momento puedes incorporar el azúcar junto con el brandy, permitiendo que la mezcla caramelice hasta desprender un aroma profundo y dulce. Una vez listos, los debes retirar y dejar a parte.
Picar y cocinar la cebolla con aceite y vino
En la misma sartén puedes añadir un poco de aceite de oliva y dejar pochar la cebolla picada muy fina, aprovechando los sabores y los aromas que han quedado adheridos para aportar una mayor riqueza a la receta. Cuando veas que la cebolla está tierna y dorada, puedes volver a añadir los higos. A continuación, debes disolver la harina de maíz en el vino blanco o en vino tinto si lo que deseas es disfrutar una salsa de higos con vino tinto más intensa. Una vez terminada, debemos verter esta mezcla sobre los higos y la cebolla mientras remueves con suavidad.
Salpimentar, triturar y dejar cocer la mezcla
Finalmente, es necesario salpimentar la mezcla y dejarla cocer durante unos diez minutos, permitiendo que todos los ingredientes queden integrados por completo. Para obtener una textura uniforme, basta con triturar y, después, corregir su consistencia mientras está al fuego. Puedes añadir un poco más de vino si prefieres que la salsa sea más líquida o echarle un poco más de harina de maíz si la quieres un poco más espesa o consistente.
Salsa de higos para carne
Una de las aplicaciones más apreciadas es la salsa de higos para carne, especialmente cuando se busca un maridaje que aporte profundidad y matices afrutados. Esta mezcla marida especialmente bien con carnes tiernas y melosas, donde su dulzor natural es capaz de aportar un excelente contraste y que permite realzar la riqueza del plato. Un ejemplo magnífico son las carrilleras con salsa de higos, un menú que combina lo mejor de la cocina casera tradicional junto con un toque de sofisticación.
Las carrilleras, por sí solas, ya poseen una textura tan tierna que prácticamente no necesitamos ni cortar con cuchillo, y cuando le añadimos salsa de higos por encima, el resultado es un plato excepcional que suele reservarse para celebraciones especiales como aniversarios, bodas o graduaciones universitarias. Su equilibrio entre el dulzor y sabor salado de la carne convierte este tipo de platos en una de las propuestas más exquisitas de la gastronomía mediterránea en la actualidad.
Salsa de higos secos para pollo
La salsa de higos para pollo es otra combinación que destaca por su suavidad y sus matices aromáticos. El pollo absorbe especialmente bien el contraste dulce-salado, lo que nos permite elaborar un plato equilibrado y perfecto tanto para disfrutar durante el día a día, pero que también se posiciona como una opción exquisita para disfrutar de una cena elegante en un momento especial.
La textura del higo seco aporta un punto afrutado que enriquece la carne sin enmascarar el sabor ni la textura de la misma, dando como resultado una elaboración capaz de conquistar incluso a quienes no suelen disfrutar de las mezclas dulces en recetas saladas. Esta variante es ideal para aquellas personas que buscan darles a sus recetas un toque original sin complicar demasiado la elaboración de las mismas
Bacalao con salsa de higos
Otra propuesta sorprendente y muy mediterránea es el bacalao con salsa de higos, un plato que combina la textura y sabor suaves del pescado blanco con la intensidad de una salsa dulce y especiada. El bacalao, con su textura delicada y su sabor ligeramente salado, encuentra en la salsa de higos un contrapunto perfecto que permite acentuar su personalidad sin restarle protagonismo.
Por ello, no cabe ninguna duda de que es una opción fantástica para aquellas personas que disfrutan experimentando en la cocina o desean ofrecer un menú diferente durante celebraciones familiares o en cenas navideñas. La mezcla del vino tinto, el higo seco hidratado y de las especias permite crear un conjunto aromático que resalta especialmente con pescados de este tipo.
Salsa de higos para ensaladas
No cabe ninguna duda de que la salsa de higos para ensaladas es una alternativa fresca y muy versátil que permite disfrutar del sabor del higo incluso en las elaboraciones más ligeras. Si añades unas gotas de aceite de oliva, un toque de vinagre balsámico y una cucharadita de la salsa base ligeramente rebajada con vino o agua, obtenemos un aliño perfecto para añadir a ensaladas templadas de pepino con tomate, con queso de cabra, frutos secos e incluso con brotes tiernos, como los canónigos y la rúcula.
Su sabor dulce natural es capaz de aportar un equilibrio perfecto que permite realizar las características degustativas de los ingredientes sin enmascararse, lo que los convierte en una opción ideal para aquellas personas que desean incorporar los higos secos en su dieta de una forma creativa y muy saludable.