Consejos para recolectar higos: precauciones y cosas a tener en cuenta
Nos encontramos en plena temporada para la recolecta de higos y quizá, todavía quede alguna breva por ahí de gran tamaño. Ahora más que nunca es el momento idóneo para disfrutar de este delicioso manjar degustando los dulces y suculentos frutos que nos ha dado nuestra higuera —y que hemos estado cuidando durante todo el año—. Ahora bien, a la hora de coger higos hay que tener ciertas precauciones. Como ocurre con cualquier otro fruto, es importante dominar la práctica de recolección. ¡Tanto para que el higo esté en perfecto estado, como por cuestiones de salud! A continuación, te explicamos todo lo que debes saber. ¡Vamos a ello!
Cómo recolectar higos de forma correcta
Recolectar higos es todo un arte que para muchos/as resulta desconocido. A pesar de que cada quien puede acudir a la higuera a recolectar sus frutos es importante tener ciertas precauciones. Lo fundamental, en cuanto a la técnica se refiere, es escoger los frutos con cuidado y rotarlos ligeramente para arrancarlos de la rama. Si el higo ha madurado lo suficiente no resultará complicado, ahora bien, si cuesta de arrancar es porque todavía le falta un poco. ¡Ten en cuenta los siguientes consejos antes de coger higos!
Precauciones cosecha higo fresco: El látex de la higuera y la fitofotodermatitis
El reino animal y el vegetal es sabio, por eso cada especie de planta tiene su mecanismo de defensa para protegerse del ataque de posibles animales herbívoros e insectos. La higuera no es de menos, de hecho, son muchos los casos de personas que han sufrido una fitofotodermatitis a causa de una sustancia que segrega este árbol y que provoca una reacción inflamatoria de la piel. Este componente se encuentra tanto en las hojas, como en los tallos e incluso en los frutos y se trata de una secreción de látex. Lo podemos ver claramente cuando arrancamos una de sus hojas, aunque la propia higuera lo va expulsando constantemente durante toda esta temporada.
El problema de este tipo de látex es que contiene furanocumarinas, el compuesto que puede ocasionar la fitofotodermatitis. Esta reacción tiene lugar cuando la persona entra en contacto con el líquido, pero con el condicionante de exponerse al sol. La reacción suele traducirse en la formación de unas vesículas cargadas de líquido y un oscurecimiento (o hiperpigmentación) en las lesiones de la piel. Además, la reacción resulta bastante dolorosa —algo que puede intensificarse en las personas que, por otro lado, son alérgicas al látex—. En estos casos, lo que se recomienda es proteger tanto las manos, como la cara y los brazos. Puedes, por ejemplo, hacer uso de guantes o prendas de manga larga. Por otro lado, para evitar la reacción puedes optar por llevar a cabo la recolecta de higos cuando el sol haya bajado. Es decir, entrada la tarde y cuando el sol está a punto de esconderse.
Con cuidado porque el higo es un fruto muy delicado.
Por supuesto, al recolectar higos ten cuidado cuando los extraigas del árbol ya que se trata de un fruto muy delicado y si te pasas con la fuerza puede acabar aplastándose en tu mano o dejando la mitad en el árbol. La forma correcta para hacerlo es coger del tallo de la fruta y suavemente girar hacia un costado —como si estuvieras arrancando el motor de un vehículo con la llave—. En el caso de los higos maduros no habrá problema en extraerlos del árbol ya que suelen arrancarse con facilidad. Ahora bien, ten en cuenta que en algunos casos muy específicos las higueras pueden alcanzar una altura de hasta 10 metros. Para coger los higos más altos puedes hacer uso de una caña para coger higos. Estas disponen de un cuenco de plástico en el extremo (como la base de una botella partida por la mitad). En estos casos lo que debes hacer es colocar el brote en el interior y sacudir la rama para que el higo caiga por su propio peso.
Deja los higos que no han madurado
Son fáciles de detectar puesto que estos higos tienen un tamaño mucho más reducido que el de la mayoría. Además, si intentas arrancar uno de estos frutos notarás que es bastante más complicado. Esta es una señal clara de que los higos no están maduros, por lo que debes dejarlos en el árbol. Además, ten en cuenta que estos higos que no han madurado serán las brevas que podrás cosechar la próxima temporada. ¡La espera merecerá la pena!
¡Cuidado! Las avispas suelen frecuentar las higueras
Si bien porque se protegen del sol o quizá porque les encantan los higos, las avispas suelen frecuentar estos árboles. Es por ese motivo que debes tener cuidado a la hora de cosechar higos. A veces, incluso, pueden meterse dentro del fruto. Esto es así, no porque quieran polinizar las flores, sino porque buscan un lugar seguro donde sus crías puedan crecer y reproducirse. Así que a la hora de cosechar higos ten los ojos bien abiertos y observa bien los frutos. Haz caso de las precauciones al cosechar higos frescos que te indicamos en este artículo.
Recoge solo las que puedas comer en 24 horas
Por último, para evitar desperdiciar los higos, te recomendamos que solo coseches aquellos que puedes comer en 24 horas. Por lo general, un higo fresco en buen estado y a temperatura ambiente (en un lugar fresco y alejado del sol) puede durar uno o dos días sin perder calidad. El tiempo en el refrigerador puede aumentar hasta los 5 o 7 días.
Cuándo recolectar higos
La época de recogida de los higos es de agosto a septiembre, mientras que la recogida de las brevas es de junio a julio, aproximadamente. Puedes obtener más información sobre cuándo recolectar higos en este artículo.
Dónde guardar los higos que hemos cosechado
Lo mejor para alargar la vida útil de los higos y poder conservarlos durante más tiempo es cosecharlos en su punto óptimo. Hay que coger los higos cuando sea la temporada y cuando estos hayan alcanzado la maduración. Para ello, fíjate en el tamaño, pero también es que estén blandos (no demasiado), que la piel se haya abierto ligeramente y que conserve parte del pedúnculo (tallo). Observa, así mismo, las características marcas de la piel y escoge las que sean más pequeñas. Después, colócalos en un plato donde los higos no queden demasiado apretados entre sí para que puedan respirar, y con la punta hacia arriba. A continuación, cúbrelos con dos o tres capas de papel de cocina. Dependiendo de cuándo vayas a comerlos puedes guardarlos en la nevera o dejarlos fuera. Si los metes dentro del frigorífico, considera dejarlos en la zona menos fría y lejos de otros alimentos que puedan emitir olores fuertes.