Higo macho y hembra: cómo diferenciar cada higuera según su sexo
Todos conocemos los higos como un fruto espectacular que se suele consumir fresco a finales del verano y comienzos del otoño o desecado durante las Navidades. Tiene forma de saquito, similar a la de una pera, su sabor es dulce y tiene una estructura crujiente y muy peculiar que se debe a las semillas que guarda en su interior.
Sin embargo, los árboles que los generan, las higueras (Ficus carica L) son una verdadera caja de sorpresas y, tal como hemos mencionado en otros artículos sobre la reproducción de las higueras, su supervivencia depende directamente de una especie de avispa, conocida coloquialmente como la avispa del higo y la producción de higos macho y hembra por parte de esta especie vegetal.
Así que, si quieres conocer la diferencia entre un higo macho y hembra, en este artículo vamos a abordar este tema. Sigue leyendo si quieres conocer más datos sobre esta insólita especie de árbol, especialmente si sueles apreciar el sabor y la textura tan irresistibles de sus frutos, como los higos secos que producimos en Paiarrop. ¡Vamos allá!
La apasionante simbiosis entre higueras y avispas
Como hemos mencionado anteriormente en otros artículos, la pequeña avispa del higo pone sus huevos en el interior de los higos macho para asegurar la supervivencia de su propia especie y vuelve a salir. La higuera macho se considera como “borde” porque sus frutos no son comestibles, así que no te preocupes: no vas a encontrar larvas de avispa al comer uno de estos frutos.
Recuerda que los higos en sí mismos no son frutos, sino una vaina que contiene una gran cantidad de flores en su interior —por lo que, a veces se los llama “flores invertidas". La higuera macho cuenta con siconos que permiten la entrada de las avispas fertilizadas para que puedan depositar sus huevos en el interior de los pistilos de las flores y que, al mismo tiempo, recogen el polen. Estas vainas masculinas contienen conductos que permiten la entrada y la salida de las avispas.
Sin embargo, el higo hembra tiene una estructura ligeramente diferente, ya que contiene un conducto mucho más estrecho que sólo permite la entrada de la avispa, pero no la salida. De esta manera, cuando una avispa hembra impregnada de polen entra en un sicono hembra por error pierde las alas en el intento y en su interior es incapaz de depositar los huevos para que se desarrollen las larvas, por lo que sólo cumple la función de fecundar las flores femeninas con el polen de los higos masculinos.
Una vez fertilizado con el polen, el sicono femenino se puede empezar a desarrollar sus pequeños frutos y las semillas que permiten asegurar la supervivencia de esta especie vegetal. Además, absorbe completamente los nutrientes de la avispa, debido a que produce una enzima llamada ficina, que disuelve el insecto por lo que, cuando madura el higo hembra, ya no queda ni rastro de la avispa.
¿Cómo es el higo macho?
Una vez explicada la relación de simbiosis entre las avispas y este árbol, como hemos mencionado anteriormente, queremos recordar que la higuera macho se considera borde debido a que produce higos que no son comestibles —de hecho, tienen un sabor desagradable y son indigestos—.
Son mucho más pequeños que los femeninos —que son los que sí comemos—, pero contienen un conducto de entrada ancho para permitir la entrada de una avispa para que deposite las larvas en su interior. Las flores que contienen en su interior se caracterizan, además, de tener un pistilo corto, lo cual permite a la avispa depositar sus huevos para que se desarrollen con posterioridad.
¿Cómo es el higo hembra?
El higo hembra es muy similar a la versión masculina, pero suelen alcanzar un mayor tamaño gracias a la fertilización de las flores femeninas que contiene en su interior por parte de una avispa. Cuando esto ocurre, empiezan a desarrollarse los pequeños frutos que contiene en su interior. Las flores femeninas, además, contienen unos pistilos largos que impiden que este insecto pueda depositar sus huevos y termine muriendo dentro. Además, como el conducto de acceso es muy estrecho, la avispa no puede salir una vez ha fertilizado las flores con el polen del higo masculino.
Además, libera la enzima que hemos mencionado antes para disolver y absorber los nutrientes de este insecto. Con ello, las vainas empiezan a engrosar y alcanzan un mayor tamaño que los masculinos, además de adquirir una tonalidad, que pasa de verde a violácea. Con ello, también empieza a producir azúcares naturales que le proporcionan un sabor dulce y, por supuesto, las semillas, que le otorgan esa textura crujiente tan característica que encanta a todo el mundo.
Diferencia entre higo macho y hembra
Aunque los higos macho y hembra pueden parecer similares a primera vista, presentan diferencias clave que son vitales para entender su función en la naturaleza. La principal diferencia es que los higos machos no son comestibles debido a su sabor desagradable y textura seca, mientras que los higos hembra son dulces, jugosos y aptos para el consumo. ¡Un manjar!
Dependiendo de la forma, los higos machos suelen ser más pequeños, verdes, menos atractivos visualmente y con la piel más dura. En cambio, los higos hembra son más grandes y adquieren una tonalidad violácea al madurar, con una piel más fina y delicada. Del mismo modo, los higos macho tienen un conducto ancho que facilita la entrada y salida de las avispas, mientras que el higo hembra posee un conducto estrecho que atrapa a la avispa y no le permite salir.
Los higos machos actúan como refugio y lugar de reproducción para las avispas, mientras que los higos hembra se dedican exclusivamente a la polinización de las flores femeninas y al aporte de nutrientes necesarios para el desarrollo de sus frutos y la producción de las semillas que aseguran la supervivencia de esta especie vegetal.
La última diferencia entre el higo macho y hembra es que, en los higos machos, las avispas pueden entrar y salir sin problemas, depositando sus huevos en las flores masculinas. En los femeninos, la avispa queda atrapada y sirve únicamente para polinizar las flores femeninas antes de morir.
En definitiva, podemos decir que conocer estas diferencias no sólo nos permite apreciar mejor la compleja relación entre las higueras y las avispas, sino también valorar el delicado equilibrio de la naturaleza que nos permite disfrutar de uno de los frutos más deliciosos y nutritivos del verano.