21 agosto 2024

Historia del dátil: un fruto con más de 6.000 años de antigüedad

Estamos seguros de que, en más de una ocasión has probado los dátiles, un fruto que, en nuestro país, se suele consumir durante las Navidades como postre o como ingrediente de acompañamiento en platos principales. De hecho, los dátiles fritos con bacon son uno de los platos que más se suelen elaborar durante la celebración de las fiestas navideñas debido a que combinan el sabor dulce de estos frutos con la textura crujiente y el sabor salado del bacon.

Por supuesto, los dátiles también pueden convertirse en un postre que consumir después de las comida en estas fechas tan especiales o incluso se pueden elaborar panes de fruta seca, como el pan de dátil con determinados tipos de frutos secos, como las nueces, bizcochos, pastelitos, etc.

Sin embargo, aunque solemos comer este tipo de frutos dulces por Navidad e incluso en otras épocas del año, no somos conscientes de la historia del dátil. Por este motivo, desde Paiarrop te vamos a explicar qué son estos frutos, además de hablar de su origen y su importancia a lo largo de la historia. ¡Sigue leyendo este artículo si quieres conocer todos los detalles!

¿Qué es el dátil?

Los dátiles son frutos que provienen de determinadas especies de palmeras de la familia Phoenix, en especial, la Phoenix dactylifera, que se conoce coloquialmente como la “palmera datilera”. Estos árboles son enormes, pueden llegar a alcanzar los 30 metros de altura y pueden llegar a superar los 100 años de edad. Su fruto, el dátil, tiene forma ovalada y cuenta con una única semilla en su interior, la cual viene envuelta en una pulpa comestible, dulce y de textura muy pegajosa. 

Cuando los dátiles no han madurado, su piel exterior es verde, pero conforme van madurando, pueden adquirir tonalidades amarillentas y doradas. Cuando están muy maduros, su piel se muestra arrugada y de color rojo oscuro o incluso marrón oscuro y su sabor es muy dulce, similar al de la miel. Los dátiles son frutos ricos en azúcares vegetales y, por este motivo, proporcionan una gran cantidad de energía, lo cual su consumo es ideal para deportistas o personas que deben realizar una gran actividad física en su puesto de trabajo.

Además, son frutos ricos en fibra con efecto saciante y que pueden favorecer la regularidad intestinal y combatir el estreñimiento. Asimismo, contienen gran cantidad de vitaminas, minerales e incluso antioxidantes. Puede que te estés preguntando por qué te damos estos datos para hablar de la historia del dátil, pero te aseguramos que tiene mucho que ver.

¿Cuál es la historia del dátil?

Cuando se trata de hablar de la historia del dátil, estamos hablando de un fruto antiguo con más de 6.000 años de antigüedad, hacia el 4.000 a.C. De hecho, se han encontrado evidencias de que la Phoenix dactilyfera era frecuente en la zona de Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Éufrates y que, en aquella época, este alimento ya se consumía debido a que era un alimento muy abundante que proporcionaba mucha energía.

Los dátiles y su origen en Mesopotamia

Por lo tanto, podemos ubicar el origen del dátil en la zona de Mesopotamia, donde fue consumido por los sumerios, los acadios, los babilonios, los asirios, los caldeos y los persas. Si tenemos en cuenta que las distintas civilizaciones mesopotámicas también establecían relaciones comerciales con los egipcios, no cabe ninguna duda de que en el Antiguo Egipto también se cultivara la Phoenix dactylifera o palmera datilera para obtener sus exquisitos frutos, donde se consumían frescos o secos e incluso se utilizaban para proporcionar sabor a la cerveza o el vino que producían.

Los dátiles, la historia de su extensión por todo el mundo

Con el paso del tiempo y con las variaciones climáticas, la palmera datilera se fue extendiendo hacia el sur y empezó a crecer en el área de la costa sur del Mediterráneo hasta llegar a determinadas zonas de la Península Ibérica. Gracias a ello, los dátiles se convirtieron en frutos esenciales en la alimentación de la zona del norte de África, concretamente, en la zona que hoy abarcan los países de Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Egipto.

Por este motivo, este fruto está muy ligado al islam y ciertas festividades de esta religión, como el Ramadán, además de ser un alimento que ha formado parte de la dieta habitual durante miles de años en estas regiones, que, a lo largo de la historia han sido económicamente pobres y han contado con pocos recursos. Anteriormente, hemos comentado que los dátiles son frutas que aportan gran cantidad de calorías y que proporcionan mucha energía, además de contener muchas vitaminas, minerales y antioxidantes.

A esto hay que sumar que la Phoenix dactilyfera es una especie de palmera que proporciona una gran producción de dátiles, que no necesita demasiados cuidados para su cultivo y que, por lo tanto, se puede obtener un alimento muy nutritivo y sabroso de forma barata y sin emplear demasiados recursos. Por este motivo, se ha convertido en parte esencial de la dieta de muchos de estos países, a pesar de que su consumo se ha globalizado por su excelente sabor y textura y por sus usos culinarios.

De hecho, su cultivo se ha extendido a, prácticamente, todos los continentes del mundo, incluyendo América del Norte y América del Sur y Oceanía. Por poner un ejemplo, podemos decir que el cultivo y la comercialización de los dátiles es muy frecuente en Estados Unidos, concretamente, en los estados de California, Arizona y Texas, e incluso en México.

Los dátiles: ¿cuál es su origen en España?

Durante muchos años, se ha asumido como cierta la teoría de que los dátiles llegaron a España durante la invasión árabe, desde el año 711 d.C. hasta el 1492 d.C., año en que cayó el Reino de Granada, el último bastión musulmán en la Península Ibérica cuando los Reyes Católicos tomaron la ciudad y concluyeron con casi 800 años de dominio musulmán.

Sin embargo, lo cierto es que la Phoenix dactilyfera ya crecía en la Península Ibérica mucho tiempo antes de dicha invasión. De hecho, existen evidencias históricas que permiten ubicar la introducción de los dátiles en tierras españolas por los fenicios, hace más de 2.500 años, en la zona de Elche.

De hecho, se han encontrado semillas de dátiles fosilizadas en yacimientos arqueológicos que datan de esta época en la zona de Jumilla y, por supuesto, se cree que es probable que el famoso Palmeral de Elche, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se deba a la introducción inicial de esta especie arbórea por parte de los Fenicios. Por supuesto, gracias a ello, en Paiarrop podemos elaborar nuestros deliciosos panes de fruta seca.

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