Estas 8 curiosidades del higo te van a sorprender
Las higueras, cuyo nombre científico es Ficus carica, son arbustos o pequeños árboles caducifolios que pueden alcanzar entre cinco y seis metros de altura. Su tronco es gris y liso, con un característico color ceniza, y sus hojas caducas son ásperas y palmeadas, con lóbulos irregulares y asimétricos. Este árbol produce un fruto muy curioso conocido como higo, que es ampliamente consumido durante finales del verano y comienzos de la temporada de otoño.
Sin embargo, también pueden secarse para disfrutarlos el resto del año, siendo especialmente populares en las celebraciones de Navidad. Además, su versatilidad en el mundo de la cocina permite que los podamos utilizar en una gran variedad de postres, como bizcochos, tartas, galletas y magdalenas, panes de fruta seca, etc.
No cabe ninguna duda de que el higo es un fruto muy peculiar, lo que lo convierte en una de las muestras más interesantes del reino vegetal. A continuación, te vamos a mostrar ocho curiosidades del higo que, sin lugar a dudas, te van a sorprender. ¡Sigue leyendo si quieres conocerlas!
No son frutos al uso
A pesar de que, popularmente, solemos considerar los higos como frutos, en realidad, se trata de infrutescencias. La higuera produce una especie de flores invertidas que quedan encerradas dentro de pequeños sacos con forma de pera llamados síconos. Cuando estas flores son polinizadas, se desarrollan los múltiples pequeños frutos que conforman el higo tal y como lo conocemos.
Son el resultado de un proceso de simbiosis
Para darte más información sobre el higo, podemos decir que se trata del resultado de una estrecha relación de simbiosis con una especie de avispa. Existen síconos masculinos y femeninos, y las avispas ponen sus huevos en los masculinos, que no son comestibles. Cuando las larvas emergen, las avispas femeninas fertilizadas buscan nuevos síconos para depositar más huevos. En los saquitos femeninos, el conducto de entrada es más estrecho, lo que provoca que las avispas pierdan sus alas y queden atrapadas dentro.
Al intentar salir, fertilizan las flores internas y, finalmente, el higo las absorbe mientras crece. No obstante, esto no significa que haya restos de avispas dentro de los higos que consumimos, ya que la higuera produce una enzima llamada ficina que descompone completamente a estos insectos, proporcionando las proteínas necesarias para el crecimiento y desarrollo de esta infrutescencia. Sin duda, es una de las cosas más curiosas que debes saber si quieres conocerlo todo sobre el higo.
Son unos frutos crujientes
Existe el mito de que la textura crujiente de los higos se debe a las avispas que han quedado en su interior, pero esto es falso. En realidad, la textura crujiente proviene de las pequeñas semillas que contienen, las cuales son los verdaderos frutos individuales que componen la infrutescencia que conforma el higo tal y como lo conocemos. Es una de las principales curiosidades del higo que no te puedes perder.
Los higos son frutos muy dulces
Uno de los aspectos más destacados del higo es que son dulces. Se trata de un fruto que contiene una gran cantidad de azúcares naturales, además de minerales y vitaminas beneficiosas para la salud. Su alto contenido en fibra lo convierte en un alimento ideal para la salud digestiva, y su aporte calórico hace que sea una fuente de energía perfecta para momentos en los que necesitamos un aporte extra de energía, como, por ejemplo, antes o después de la práctica de ejercicio físico.
Cambian de color con el tiempo
Los higos no tienen un color uniforme a lo largo de su crecimiento. Antes de madurar, presentan un color verde, pero conforme se van desarrollando, su tonalidad cambia a amarillo, rojizo o incluso morado oscuro. En plena temporada, los higos maduros pueden presentar una piel de color intenso y una textura suave que indica que ha llegado el punto óptimo para consumirlas.
Los higos tardíos se convierten en brevas
Si bien los higos y las brevas provienen del mismo árbol, no son exactamente el mismo tipo de fruto. La diferencia radica en la temporada de recolección: los higos están listos para cosechar entre finales del verano y principios del otoño, mientras que las brevas maduran entre mediados y finales de la primavera.
Las brevas suelen ser más grandes que los higos y presentan una forma alargada, similar a la de una pera, aunque más achatada. Su piel es más gruesa y menos propensa a agrietarse conforme maduran. Además, su pulpa es más firme y menos jugosa, con un sabor ligeramente menos dulce que el del higo.
Los higos se pueden dejar secar
El higo seco es un manjar que se consume tradicionalmente durante la Navidad y otras épocas del año en las que no es posible encontrar higos frescos. Para secarlos, se deben colocar en un lugar aireado, cubiertos con un paño o mosquitera para protegerlos de insectos y pájaros. También deben resguardarse de la humedad, y un truco para acelerar el secado es espolvorearlos con harina de arroz, que ayuda a absorber la humedad. Gracias a este proceso, los higos secos pueden conservarse durante meses y utilizarse en numerosas recetas, como, por ejemplo, panes de fruta seca.
Una infrutescencia con mucha historia
Los higos han sido cultivados por la humanidad desde hace miles de años y han sido mencionados en numerosos textos históricos y religiosos. En el antiguo Egipto, los higos se consideraban un alimento sagrado y formaban parte de la dieta de los faraones. También aparecen ejemplos en la mitología griega, donde se les atribuye un origen divino.
Por su valor nutricional y su importancia cultural, los higos han sido apreciados a lo largo de la historia como un símbolo de fertilidad, abundancia y longevidad. De hecho, existen multitud de bodegones pictóricos de la época del barroco en los que se han representado este tipo de infrutescencias. Sin duda, es una de las cosas que debes conocer si quieres saberlo todo sobre el higo.
En definitiva, no cabe ninguna duda de que hay mucho que descubrir cuando hablamos de todo sobre el higo. Desde su peculiar proceso de polinización hasta su delicioso sabor, es indudable que este fruto esconde muchas curiosidades que lo convierten en un alimento fascinante. Ya sea fresco o seco, solo o acompañado, el higo es un manjar irresistible que lleva siglos conquistando paladares desde la antigüedad hasta nuestros días y estamos seguros de que lo seguirá haciendo durante mucho más tiempo.