Leche de higos: ¿Para qué sirve y cómo se obtiene?
Los higos son uno de los frutos más antiguos que se conocen en la región del Mediterráneo. Técnicamente no se trata de un fruto en sí mismo, sino de una infrutescencia, es decir, un conjunto de pequeños frutos agrupados dentro de un saquito carnoso con forma de pera llamado sícono. Su aspecto exterior puede variar entre tonos verdosos, rosados y morados, mientras que su interior —blanco, rosado o rojizo— destaca por su sabor dulce y su textura única: blanda, jugosa y a la vez ligeramente crujiente por la abundancia de unas pequeñas semillas.
Este fruto tan característico nace de la higuera, conocida científicamente como Ficus carica, un árbol caducifolio que puede alcanzar los ocho metros de altura. Su copa es ancha y abierta, con un tronco leñoso de corteza grisácea y lisa. Sus hojas, de gran tamaño y textura áspera, son profundamente lobuladas y de un verde brillante muy característico. Pero más allá del propio fruto, que podemos degustar en forma de higos secos, existe un elemento poco conocido y muy singular que también forma parte de la higuera: la leche de higo.
Este líquido blanco, que se encuentra en el interior de las ramas, hojas y frutos de la higuera, es lo que tradicionalmente se ha conocido como “leche de higo”. De hecho, en este artículo te vamos a contar qué es la leche de higos, para qué sirve y cómo se obtiene, para que conozcas un poco más de cerca este curioso producto natural. ¡Sigue leyendo si quieres descubrirlo!
¿Qué es la leche de higo y de dónde se obtiene?
La leche de higo es una especie de látex vegetal, una savia blanca que brota al cortar cualquier parte de la higuera, como, por ejemplo, las hojas, las ramitas o incluso los propios frutos antes de alcanzar la madurez. Este líquido tiene una textura espesa y pegajosa, y se considera parte del sistema de defensa natural del árbol, ya que lo protege de las heridas de la planta frente al ataque de insectos o a la entrada de infecciones.
A nivel técnico, podemos decir que la leche del higo es un tipo de látex natural, muy parecido al que se extrae de otras especies vegetales para elaborar distintos productos de uso cotidiano. Por ejemplo, uno de sus usos más interesantes es como materia prima en la fabricación de colchones, sillones, sofás o cojines de látex natural. Este material destaca por su adaptabilidad, su elevado nivel de confort y sus propiedades antibacterianas, antifúngicas y antiácaros, lo que lo convierte en una alternativa natural, saludable y respetuosa con el entorno.
Además de sus aplicaciones industriales, la leche de higo también se ha utilizado tradicionalmente en el ámbito doméstico y medicinal. Combinada con otros ingredientes naturales, puede aplicarse en pequeñas cantidades sobre la piel para tratar ciertas afecciones leves. Esto se debe a que contiene compuestos con propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias. En algunos entornos rurales se suele utilizar para tratar problemas de manchas en la piel, pequeñas verrugas o incluso para eliminar callos, aplicándola con cuidado sobre la zona afectada y mezclada con otros elementos naturales para reducir su efecto irritante.
¿Para qué sirve la leche de higo?
Como hemos visto, cuando nos preguntamos para qué sirve la leche de higo, la respuesta abarca tanto los usos funcionales industriales como las propiedades naturales. Por un lado, su composición rica en enzimas, compuestos cáusticos y principios activos le otorgan cualidades muy interesantes para la piel. Por eso, en muchos pueblos antiguos del Mediterráneo como en los antiguos Egipto, Grecia y Roma, la leche de higo se aplicaba para eliminar verrugas, reducir manchas o para curar pequeñas heridas, siempre con la debida precaución.
En el mundo de la cosmética natural, este líquido blanco ha sido valorado como un remedio de origen vegetal para favorecer la renovación celular y mejorar ciertas alteraciones cutáneas. Eso sí, su uso debe ser puntual y localizado, ya que su acción es bastante potente y puede causar molestias si no se manipula con conocimiento.
Por otro lado, como mencionamos anteriormente, el látex obtenido de la higuera también sirve como materia prima para fabricar productos flexibles y duraderos. Aunque hoy en día la mayoría del látex comercial proviene del árbol del caucho (Hevea brasiliensis), es interesante saber que la leche de higo también ofrece un recurso natural similar, con aplicaciones ecológicas que han sido redescubiertas por multitud de empresas comprometidas con la sostenibilidad hoy en día.
¿La leche de higo es venenosa?
Esta es una duda bastante común: ¿la leche del higo es venenosa? La respuesta corta es no, no es venenosa, pero es importante tener en cuenta que no está libre de riesgos. Al tratarse de un líquido con compuestos activos, algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas o irritaciones en la piel, especialmente si la dejamos actuar durante demasiado tiempo o la aplicamos en grandes cantidades. Además, la leche de higuera es un producto que no se debe ingerir, ya que puede ser irritante y potencialmente tóxica si la ingerimos. En su lugar, es aconsejable degustar panes de fruta seca, como el pan de higo con almendras.
La savia de la higuera contiene furanocumarinas, unas sustancias fotosensibles que, al exponerse al sol, pueden provocar enrojecimiento o manchas. Por eso, no es recomendable exponer la piel tratada con leche de higo directamente al sol ni mantenerla en contacto prolongado con la dermis. Tampoco se aconseja su uso en mucosas ni en heridas abiertas.
Por tanto, aunque la leche de higo no es tóxica ni peligrosa en pequeñas cantidades, conviene utilizarla con precaución y consultar siempre con profesionales de la salud o del mundo de la cosmética natural antes de aplicarla sobre la piel. Como ocurre con muchos remedios tradicionales, su eficacia y seguridad dependen mucho del contexto, de la dosis y del tipo de piel de cada persona. Eso sí, como siempre, recomendamos emplear estos remedios con responsabilidad, informándonos bien y buscar los consejos profesionales adecuados si queremos integrarlos en nuestra rutina de cuidado personal o de bienestar.