15 octubre 2025

¿Qué hacer con higos maduros? Ideas para aprovecharlos

Sin lugar a dudas, los higos son una de las frutas más dulces y ricas en fibra que nos ofrece la naturaleza. Sin embargo, en sentido botánico, no se trata de una fruta al uso, sino de una infrutescencia, es decir, un conjunto de pequeños frutos que crecen dentro de un saco carnoso conocido como sícono. Este receptáculo, de piel rojiza o morada y carne rosada o rojiza en su interior, encierra cientos de diminutas semillas que le otorgan su textura crujiente tan característica.

Los higos frescos son intensamente dulces y jugosos, pero al mismo tiempo ligeros, ya que no aportan un exceso de calorías. Su temporada de maduración es relativamente corta, ya que los higos alcanzan su madurez entre agosto y septiembre, coincidiendo con el final del verano y, en algunos años, prolongándose hasta los primeros días del otoño, siempre y cuando el clima siga siendo cálido.

Es esta estacionalidad la que hace que su disponibilidad sea limitada y que, pasado el verano, la producción se detenga casi por completo. Por ello, quienes disfrutan de esta fruta tan singular suelen buscar maneras de aprovecharla al máximo mientras está en su punto. Si te preguntas qué hacer con higos maduros, a continuación, te presentamos algunas ideas tradicionales y deliciosas para sacarles todo el partido, conservando su sabor y dulzura incluso fuera de temporada.

¿Cuánto tardan en madurar los higos?

La paciencia es una virtud que también debemos practicar en el campo, ya que los higos no son una excepción. Como hemos mencionado, la temporada de recolección se sitúa entre finales del verano y comienzos del otoño, concretamente entre agosto y finales de septiembre o, en años más cálidos, hasta principios de octubre. Pero, ¿cuánto tardan en madurar los higos desde que se forman en la higuera?

En condiciones normales, el proceso de maduración dura unos 90 días desde el momento en que el fruto comienza a desarrollarse en la rama. No obstante, este tiempo puede variar considerablemente dependiendo de la variedad de higuera y de las condiciones ambientales de la temporada. Las temperaturas, la humedad y la exposición al sol pueden ser factores determinantes.

Un caso particular lo representan las brevas, que no son otra cosa que higos que no llegan a madurar cuando el frío se adelanta. A diferencia del resto, estas infrutescencias permanecen en la higuera durante el invierno y terminan de madurar con el calor de la primavera siguiente, normalmente entre los meses de mayo y junio, extendiéndose en algunos casos hasta comienzos y mediados del mes de julio.

Así que, si alguna vez te has preguntado cuánto tarda en madurar un higo, debes saber que la respuesta depende tanto del ciclo natural del árbol como del clima de cada año. Si tienes dudas sobre el estado de madurez de estos frutos te recomendamos leer este artículo en el que hablamos de cómo saber si el higo está maduro.  

¿Qué hacer con los higos maduros?

Cuando los higos alcanzan su punto de madurez, su sabor se vuelve mucho más concentrado, con una dulzura natural que los convierte en un ingrediente ideal para elaborar todo tipo de recetas o postres. Pero si te has preguntado qué hacer con los higos maduros, las posibilidades son infinitas. Desde recetas tradicionales hasta postres más elaborados, esta fruta puede servir para elaborar auténticas delicias artesanales.

Una de las formas más sencillas y deliciosas de aprovecharlos es incorporarlos a la repostería. Los bizcochos o cocas de higos maduros son un clásico en muchas cocinas mediterráneas: la fruta se integra en la masa o se coloca en la superficie, aportando jugosidad y un aroma intenso. También pueden emplearse en tartas, ya sea combinados con almendras, requesón o una fina capa de miel.

Otra opción es preparar higos bañados en chocolate, una receta sencilla que combina el dulzor natural del fruto con la intensidad del cacao, dando como resultado un postre elegante y nutritivo. Si lo que se busca es conservarlos durante más tiempo, los higos secos o el pan de higo pueden ser una alternativa ideal. Cuando los secamos, concentran mucho más su sabor y pueden guardarse durante meses, conservando todos sus nutrientes y su riqueza en fibra.

Los higos maduros también pueden añadirse a ensaladas con queso fresco, a platos de carne con salsas agridulces o incluso utilizarse para elaborar salsas artesanales que acompañen embutidos o quesos curados. No hay duda de que su versatilidad los convierte en una verdadera joya de la gastronomía mediterránea.

¿Cómo hacer dulce de higos maduros?

Si hay una receta que resume a la perfección el espíritu artesanal y el aprovechamiento de los productos naturales, esa es el dulce de higos maduros. Se trata de una preparación tradicional muy popular en varios países latinoamericanos, especialmente en Ecuador, donde suele servirse acompañado de queso y disfrutarse durante las fiestas de Carnaval.

El proceso para hacer dulce de higos maduros es sencillo, pero requiere tiempo y paciencia, cualidades que definen las mejores elaboraciones artesanas. Los higos se cuecen lentamente con miel o azúcar sin refinar y se suelen aromatizar con especias naturales, tales como la canela o el clavo. A diferencia de la mermelada, este dulce conserva los frutos enteros o ligeramente troceados, obteniendo una textura melosa y un sabor profundo.

La preparación se realiza en tres etapas. El primer día, los higos se remojan en agua para ablandarlos. Al día siguiente, se cuecen brevemente y se dejan reposar de nuevo en agua limpia para eliminar posibles restos de látex o amargor. Finalmente, al tercer día se cocinan machacados junto con la miel o el azúcar moreno, reduciendo el líquido hasta obtener una textura espesa y brillante. El resultado es una pasta dulce natural y aromática, similar a una mermelada de higos que puede servirse caliente, templado o frío, y que combina a la perfección con quesos curados, yogures o pan artesanal.

Además, esta receta tradicional permite conservar los higos durante meses, de manera que puedas disfrutar de su sabor incluso cuando la temporada haya terminado. En la terreta, concretamente, en la región de los alrededores de la comarca valenciana de La Ribera, donde la dedicación y el respeto por los procesos naturales son esenciales, este tipo de elaboraciones se suelen valorar debido a que rescatan la esencia de un producto tradicional exquisito.

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