Los complementos perfectos para acompañar una tabla de quesos
El queso: ese gran producto. Hay personas que lo aman y otras que lo odian (las que menos, seguro). El queso lo mismo nos soluciona un sencillo aperitivo como nos apaña un postre. En Navidades, además, es recurrente utilizar este lácteo como el protagonista de una tabla donde podamos degustar diferentes variedades. Las tablas de quesos son atemporales, pero, de alguna forma, siempre apetecen.
Y no solo eso, porque las tablas de quesos pueden ser tan sencillas como elegantes. Es muy fácil preparar una tabla de quesos variada y sabrosa. Con cierta gracia a la hora de distribuirlos en la tabla, además, podremos sacar a relucir nuestra parte más creativa. ¿Qué se recomienda? Que los dispongamos en una tabla o plato de madera dura tratada o de pizarra y que se sirvan a temperatura ambiente (es decir, habrá que sacarlos de la nevera con unos 15 minutos de antelación). Respecto a las cantidades, la sugerencia más compartida es servir entre cinco y ocho quesos que se distingan en aspectos tales como los puntos de curación o maduración, los tipos de leche, su suavidad, o incluso su dureza.
Podríamos pensar que alcanzado este punto ya está todo hecho, ¡nada más lejos de la realidad! Lo que realmente aportará a nuestra tabla de quesos una sofisticación absoluta y una calidad excepcional serán los acompañantes: esos complementos que pueden elevar estos productos al olimpo de la perfección. ¿Que no sabes cuáles son? No pasa nada, te lo contamos todo a continuación.
El queso, mejor con pan de higo
El pan de higo es un producto milenario, de origen campesino que se elaboraba para conservar los excedentes de las cosechas, y que eran una garantía de energía durante las largas jornadas en el campo.
Higos secos en combinación con diferentes frutos secos (generalmente almendras), hacen de este humilde producto una opción excelente para aportar contrastes y sabores únicos a tu tabla de queso.
Cada persona tendrá sus preferencias a la hora de acompañarlo. Conviene tener en cuenta que, en general, el pan de higo es el idóneo para servirse junto a quesos curados y fermentados.
Para nosotros el match que forman el pan de higo con el queso azul, es sencillamente irresistible. Nuestros amigos de Societe Roquefort, marca líder con más de 150 años en las espaldas, han apostado por el pan de higo con almendras de Paiarrop para sorprender a más de medio mundo con esta exquisita combinación.
Dátiles, Nueces, Chocolate... ¿Por qué no?
El gouda, el appenzaler, el gruyere y, por supuesto, el comté. El pan de dátil con nueces es especialmente amable con estos tipos de quesos.
Otras combinaciones que día a día van tomando posiciones son aquellas que cuentan con el chocolate entre sus ingredientes. Un ejemplo de ello es el pan de higo con chocolate, especialmente recomendados para quesos muy potentes. Si eres de quesos contundentes toma nota. Torta del Casar y Pan de higo con chocolate. Magia.
Mermeladas,un toque redondo
La gran mayoría de mermeladas o confituras combinan perfectamente con una gran multitud de lácteos, lo que hace que sean perfectos para tenerlos junto a nuestra tabla de quesos.
Cada mermelada le dará un toque único y especial a nuestra velada. La mermelada de naranja, la mermelada de tomate o la mermelada de pimiento son tres opciones que funcionan muy bien. Ya sea con queso manchego, roquefort, queso fresco o queso de cabra, la mermelada siempre suma. La mermelada de tomate, por ejemplo, marida a la perfección con queso de cabra, brie o camembert. El membrillo, clásico incuestionable, también resulta excepcional en su mezcla con el queso, especialmente con un manchego de 12 meses, un idiazabal o incluso un queso fresco artesano.
Productos sencillos, de toda la vida, que nos aportarán un aperitivo, cena o postre que quita el sentido y hará las delicias de todos los invitados.
Y, si necesitas más ideas sobre cómo presentar tu sublime tabla de quesos, también te dejamos una sugerencia de presentación obra de @paufeel. Bon appétit!